EL MILAGRO DE KIKA
Hay algunos pedacitos de vida que nos demuestran que los milagros sí existen.
Momentos extraordinarios que son la prueba irrefutable que de los actos mas malvados y perversos puede surgir la luz y la esperanza.
Hace tiempo quería contar una historia que mi familia esta viviendo en medio de toda esta tormenta perfecta y que nos ha unido alrededor de EL MILAGRO DE KIKA.
Este milagro se originó en Canta hace 2 meses, donde en un acto de inexplicable maldad "alguien" sin nombre y sin corazón dejo abandonados en un riachuelo a 6 perritos de tan sólo unas horas de nacidos, condenándolos a morir de hambre, frío y ahogados.
Una muerte segura si Dios y el destino no hubieran hecho que tan sólo unos minutos después, un grupo de alumnas del séptimo grado del Colegio Villa Caritas pasara por ahí en una caminata que daba inicio a su campamento DIN (Dios y Naturaleza).
Increíble. Un grupo de niñas que estudian en Rinconada del Lago paseando por la sierra de Lima, en el preciso instante que estos perritos -que nisiquiera habían abierto los ojos todavía- habían sido abandonados y condenados a muerte.
Y esta coincidencia milagrosa fue grabada por ellas mismas en un video donde descubren con sorpresa y también con lágrimas hasta donde puede llegar la maldad del ser humano :
http://www.youtube.com/watch?v=X0Ub21clhEs
Lamentablemente, para uno de los perritos ya era demasiado tarde. Pero de 6 cachorritos, las chicas del Villa Caritas rescataron 5 con vida.
Pierina Raffo -mi hija menor- era una de ellas. Y luego de reponerse junto a toda su clase del gran impacto que les causo este descubrimiento, decidieron actuar y organizarse.
Nunca antes, el campamento "Dios y Naturaleza" tuvo una lección tan práctica de vida. A partir de ese momento todo su paseo comenzó a girar alrededor de lograr que estos animalitos sobrevivan en una experiencia que estoy seguro van a recordar por el resto de sus vidas.
Los rescataron, los abrigaron, durmieron con ellos y trataron -sin mucho éxito- de enseñarles a comer porque como explique al principio, estos cachorritos tenían tan sólo horas de nacidos. Pero esos sólo fueron sus primeros auxilios, el gran reto que ellas se trazaron en ese momento fue lograr que los 5 cachorritos rescatados fueran adoptados en Lima.
En mi casa ya tenemos dos perritas y ese es el record histórico. Pietra, una pincher (doberman enano) de 10 años y Dulce, una hiperactiva y traviesa Beagle de 2. Mis hijas saben que no hay mas cupo por el momento, pero Pierina que es más perseverante que yo, me llamó a contarme parte de la historia y a pedirme que le demos asilo a una de las sobrevivientes por tan sólo 48 horas. La parte de la historia que no me contó fue precisamente que la perrita era una recién nacida que no sabía ni comer.
A pesar de que me gané una cuadrada de mi esposa por aceptar sin hablar con ella, finalmente ella accedió también con la condición de que seríamos solo un albergue provisional hasta conseguirle un lugar donde vivir a la perrita. Finalmente, nos sentimos muy orgullosos del gran corazón y la bondad de nuestra hija.
Fuimos juntos a recogerla al Colegio y ahí descubrimos que la cosa iba a ser un poco más complicada de lo que pensábamos porque nos dimos cuenta que la náufraga no había abierto los ojos todavía. Pero ni ahí nos imaginábamos todo lo que pasaría.
Pierina llegó a la casa y como estaba muerta se fue a dormir dejándonos encargada a su refugiada que chupaba mi dedo en busca de un poco de leche sin ningún éxito. Esa primera noche fue terrible. No dormimos nada. Probamos con un gotero, con un sorbete, con un biberón y la perrita no recibía nada de leche. Nos desesperaba saber que no había comido nada en dos días y que se nos podía morir esa misma noche.
Gotita a gotita, logramos que tome algo, pero no era suficiente. Al día siguiente fuimos a Boticas FASA a buscar biberones para niños prematuros y encontramos algunos implementos que finalmente nos sirvieron para darle algo de leche minuto a minuto.
LA BEBE APRENDIENDO A TOMAR SU LECHE
La llevamos al veterinario y de ahí la tuvimos que llevar a una parrillada que teníamos donde unos amigos que no entendieron nada cuando nos vieron llegar con una canastita y un maletín de bebé que no usabamos hace 9 años. Eso si...les aclaramos a todos que la bebé solo se quedaría por una semana, ya no sólo 48 horas. Pierina sonreía feliz. Su plan estaba comenzando a funcionar tal como lo había pensado.
Mi esposa Lubka, que al principio era la más reacia a la súbita inquilina inició esa noche el debate sobre el nombre que llevaría. Yo quería ponerle "Chusca" en honor a su evidente orígen desconocido y dudosa procedencia. Pero como siempre, ella y mis dos hijas se impusieron. El pequeño milagro rescatado de las aguas de Canta ya tenía nombre : KIKA.
El lunes que Pierina regresó del cole, nos trajo muy triste la noticia que de los 5 sobrevivientes, dos habían muerto porque no pudieron enseñarles a comer. Y al día siguiente murió un tercero por neumonía. Es en ese momento que mi esposa y yo nos juramos que no íbamos a permitir Kika no se nos muriera.
Nunca en nuestra vida, una mascota nos ha dado tantas malas noches. Y cuando la leche no estaba a la temperatura adecuada la perrita la rechazaba y Lubka tenía que bajar a calentarla mientras yo me quedaba cargando a la bebé para que no llore desesperadamente.
Mis dos hijas se reían de ver como jugábamos en la cama con Kika. "No han pensado mejor en darnos un hermanito?" nos preguntaban matándose de la risa. Y es que Kika se convirtió en el centro de la atención de toda la familia. La única mamá a la que la cachorrita conoce es mi esposa. Y es tan engreída que creo que esta convencida que es nuestra tercera hija.
Paso una semana, dos, tres, un mes y nosotros nos volvíamos a decir "sólo una semanita más" mientras nos encariñábamos mas con Kika. Pero luego conversabamos : "¿Quién la va a hacer dormir en brazos antes de acostarla?" ó "¿y quien va a saber a que temperatura tiene que darle su biberón?".
Y así día a día, Kika se fue ganando nuestro corazón...y nuestra cama. Jamás habíamos dejado dormir un perro en nuestro cuarto, pero ella solo duerme en nuestra almohada. Eso sí, cuando se queda dormida, la cargamos a su canasta y duerme disciplinadamente...a un metro de nosotros.
Kika cumple dos meses esta semana. Y no me imagino que haríamos sin ella. Ya nos deja dormir de largo pero aprovecha cuando nos quedamos dormidos para acomodarse entre los dos porque ya aprendió a subirse a la cama.
La discusión de "se va la próxima semana" ha cambiado por "la próxima semana se va a dormir a la cocina". Pierina se salió con la suya. Ya todos hemos aceptado que Kika es la más engreída de la familia. Y lo es porque ella sido una luz que llegó de la nada a iluminar un momento muy difícil para nosotros.
Quien lo iba a decir. Una perrita abandonada con tan sólo horas de nacida, rescatada de las aguas de Canta por nuestra hija que pasaba por ahí, vino y nos trajo mucha alegría. La alegría de saber que aún detrás de las más grandes injusticias siempre brilla una esperanza y surge una nueva vida.
Ese es el milagro de Kika.
KIKA ACOMPAÑANDOME A EDITAR SU VIDEO Y A ESCRIBIR ESTE POST